De sabor suave, crujientes y altamente nutritivo. Los germinados de brócoli contienen 20 veces mayor protección antioxidante que las plantas adultas.
Una muy reciente investigación realizada en 1992 por el equipo de investigadores dirigido por el doctor Paul Talalay -director del Laboratorio de Ciencia Molecular de la Escuela de Medicina de la Universidad John Hopkins de Baltimore (Estados Unidos) y fundador de The Brassica Chemoprotection Laboratory- que se dedica a estudiar plantas comestibles que promuevan la actividad de enzimas protectoras del organismo que puedan ayudar a prevenir el desarrollo de distintas enfermedades, entre ellas el cáncer, aisló el sulforafano, un compuesto químico presente en el brócoli -y “especialmente en los brotes tiernos de este vegetal” (Germinados) –y también aisló su precursor natural: el sulforafano glucosinolato- descubriendo que este compuesto natural presente en el brócoli, es el más potente estimulador natural conocido de las mencionadas enzimas de Fase II. Estas enzimas detoxificadoras –tanto las de la fase I como las de la fase II- son enzimas hepáticas a las que se considera la primera línea de defensa del cuerpo frente a las enfermedades, en especial el cáncer.
El sulforano se encuentra en grandes cantidades en el brócoli, pero se incrementa su potencia en el germinado entre 30 a 50 veces, esto hace que el germinado de brócoli como una de las comidas con mayor potencia anticancerígena.
Los brotes de brócoli son ricos en fibra, enzimas y nutrientes, incluyendo vitaminas del complejo B, ácido fólico y vitamina C.